Ruinas al Pop (haciendo clic en la foto se escucha arqueologia pop)

lunes, 13 de febrero de 2012

El Atlético: resucitado o muerto viviente

Este texto son apuntes para una contribución a un capítulo de un libro que Gustavo Cardone, hincha del River Plate, periodista deportivo y editor argentino está preparando. Se trata de un nuevo libro, a editarse a mediados de 2012, en el que se aborda el tema del descenso de "los grandes cuadros de todo el planeta" y su posterior “resurrección”.
El Atlético de Madrid es uno de esos grandes. La contribución al capítulo del Atleti se presenta como una entrevista de Gustavo a dos atléticos que son Paco y Ramón que charlan entre ellos. Todo ocurre con la máxima verosimilitud. Ambos forofos se expresan como son y como viven. El Atlético les duele y se nota en el texto:



GUSTAVO: Cuándo cómo se hizo hincha del Atlético, dónde vive?

RAMÓN: Debí nacer siéndolo ya que no recuerdo haber tenido dudas o haber sentido nada especial hacia ningún otro equipo de fútbol… Y no lo tenía fácil, las influencias podrían haber jugado otro papel en mi persona, primero porque vivía a 5 minutos andando del Santiago Bernabeu, estadio del siempre irritante y deprimente todopoderoso vecino de ciudad, con la consiguiente mayoría madridista en mi barrio y segundo porque en estos casos no viene nada mal un último empujón que te indique el “buen camino” y no dejar todo fiado a esos genes de nacimiento a los que alguna vez la lógica mundana puede corromper. Y ese empujón, necesario para redondear lo que la genética había pensado para mí, no vino del que lo suele dar en la mayoría de las familias con más fuerza, que no es otro que el padre de uno (y es que el mío era en ese tiempo un atlético muy moderado, demasiado diría yo, tanto que al final creo que le he hecho yo más atlético a él de lo que, por supuesto, él me hizo a mí…). A mí, que me hacía falta ya de por sí poco empujón para la causa, me basto con una leve caricia, la de mi abuela Elisa, que con verla pegada a la radio escuchando los partidos de “su” Atleti, fue ya más que suficiente. Como decía, no me hacía mucha falta, pero aquello fue la cuadratura del círculo. Y yo quería mucho a mi abuela, tanto como a mis genes…
Conclusión y dados los antecedentes expuestos, soy del Atleti porque tenía que serlo y no había nada más que pensar. En mi caso debe cumplirse eso que decimos los atléticos orgullosos de serlo, “Del Atleti uno nace, no se hace” Para el vecino no hay ecuaciones, todo vale!, de ahí la calidad de unos y la cantidad de otros…
PACO. Yo no recuerdo desde cuándo soy del Atleti. Mi familia no es futbolera. A mi padre no le gusta el fútbol, él es un buen aficionado a los toros yel fútbol no le gusta aunque confiesa que le atrae el Athletic de Bilbao. En cambio sí recuerdo cuándo mi familia descubrió que yo simpatizaba con el Atleti, lo que les sorprendió bastante. Debe ser que yo no soy muy hablador. Fue cuando yo tenía siete años y el Atleti goleó al Madrid. El único antecedente atlético de mi familia era una tía de mi abuela a la que mi abuela llamó para decirla que el nieto era rojiblanco… Luego llegaría la dolorosa derrota de Heysel en Bruselas, donde vivo ahora. Recuerdo que no lloré en 1974.

Gustavo: Cómo vivió la temporada del descenso? 

RAMÓN: Un verdadero horror, mucha ansiedad, vergüenza y frustración, en esos días si pensaba que, desgraciadamente, el fútbol es lo más importante de este mundo porque sino, ¿cómo podía estar tan decepcionado y abatido? Fue algo que ni en el peor de los sueños habríamos imaginado ninguno de los atléticos con, al menos, amplia memoria histórica. Pero al mismo tiempo nos fueron preparando para ello, lo que es de “agradecer”…
PACO: Un continuo presagio. Se veía venir. Se vio venir. Ya en el 95, justo antes del doblete hubo un serio aviso. Las señales estaban ahí. El club estaba en una montaña rusa. La temporada fue angustiosa. Era un equipo hecho para estar muy arriba. La plantilla estaba bien compensada. Había buenos futbolistas como Aguilera, Capdevila, José Mari, Valerón e incluso estrellas como Kiko o Hasselbaink

GUSTAVO: Cuáles fueron las causas de la debacle? Qué sensaciones tuvo cuando la "desgracia deportiva" ocurrió? Quiénes fueron los principales culpables?

RAMÓN: Las causas de la debacle fueron varias y una sola a la vez. Es preciso establecer la secuencia de los hechos y de su responsable. Esa secuencia puede ser bien llamada tal y como Paco ha calificado, una auténtica “montaña rusa”, con más descarrilamientos de vía que justificados momentos de gozo estomacal… Como decía antes, la mencionada y bien calificada debacle nos fue anticipada por pura “galantería” y ”amabilidad” de la familia Gil (debieron pensar que los ataques al corazón hay que prevenirlos con cierta anticipación…) ya que se produjo no solo en ese año 2000 del descenso efectivo. El 2000 fue la constatación de un hecho luctuoso que comenzó tiempo atrás. Por supuesto el 2000 tiene el significado de fecha de autos, de recuerdo imborrable por nefasto, pero fue el final de un túnel (del que nos hemos recuperado solo a medias aún en 2012 !).
PACO: Las causas estaban ahí escondidas como un retrovirus que nos infecto en 1987. Escondido dentro del pobre Futre, que actuó como vector del virus del "guilismo". Ramón se lo sabe bien. El desencadenante de la fase aguda de la enfermedad fue sin duda la intervención judicial justo antes de Navidad. El club quedó en manos de un tal Rubi como administrador único plenipotenciario, que lo primero que hizo fue vender jugadores, eso sí, jugadores con más nombre que calidad como José Mari y Chamot y vendidos caros, también. Pero la señal fue clara. Los futbolistas lo entendieron. El mensaje era claro, salir del barco, que se hunde.


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